El club de los suicidas, de Robert Louis Stevenson


En 1877 toda la obra de Stevenson se limitaba a unos pocos artículos, hasta que en un viaje a Francia conoció a Fanny van der Grift, que poco después se convertiría en su esposa. Fue a partir de este encuentro cuando comienza a escribir, entre 1877 y 1880, sus primeros relatos, que envía al London Magazine, al Cornhill Magazine y al Temple Bar, donde aparecen por entregas. En 1878 Stevenson publica El Club de los suicidas y El diamante del rajá en The London Magazine, bajo el título Latter-Day Arabian Nights. Posteriormente retoca en profundidad estos dos cuentos y los reúne junto con otros relatos en un volumen titulado Las nuevas noches árabes (1882) –Avatares nº 49– del que se han extraído para la presente edición. Su carácter fragmentario no impide que la obra pueda leerse como una novela, pues las historias se entrelazan, al estilo de Las mil y una noches, bajo un denominador común: la aventura de la supervivencia en un medio hostil.
El hilo conductor de estas historias es el príncipe Florizel, personaje posiblemente inspirado en un hijo de María Teresa y José II de Bohemia. El Club de los suicidas nos descubre la existencia de un excéntrico club clandestino destinado a facilitar el paso a la otra vida a sus socios, y El diamante del rajá relata el robo y las posteriores peripecias de una magnífica joya, un diamante precedido de una nefasta historia de traiciones y crímenes.