Prohibido quejarse analiza cómo la queja se ha convertido en un recurso habitual en nuestro tiempo y cómo alimenta el clima de negatividad pero se muestra inútil para afrontar y resolver los problemas. Y ofrece anécdotas, ejercicios y estrategias de crecimiento personal y social para recuperar la autoestima, el entusiasmo y la motivación y volver a poner la confianza, la responsabilidad y la competencia en el centro de nuestras vidas. El libro conecta con la filosofía del papa Francisco, a quien cita en varias ocasiones. El libro incluye de regalo en su interior el cartel Prohibido quejarse que el mismo Papa colgó en la puerta de su estudio.